El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una enfermedad que se caracteriza por una alteración persistente que provoca problemas en los vínculos afectivos, la estabilidad emocional y el desarrollo de la conducta. Esta dificultad, que afecta a la forma de entender el mundo y a los sentimientos, provoca cambios significativos en el estado de ánimo y la impulsividad.
El paciente con TLP hará intentos frenéticos por evitar una situación de abandono real o imaginario. Sus relaciones personales suelen ser inestables, tensas y tormentosas, tanto en el ámbito familiar como con la pareja.
Ayudamos a personas con trastorno límite de la personalidad
Asimismo, son frecuentes los problemas de autoimagen distorsionada y negativa.
Estos pacientes sufren períodos intensos de depresión, ansiedad e irritabilidad, así como sentimientos crónicos de aburrimiento y vacío.
Muchos de ellos tienen tendencias impulsivas peligrosas, tales como compras y gastos excesivos, abuso de sustancias, sexo no seguro o, incluso, conducción temeraria.
Sus emociones se alteran a tal grado que llegan a la desesperación, hasta el punto de manifestar un comportamiento destructivo a través de la autolesión o el intento de suicidio en casos más graves.
A pesar de toda esta sintomatología, el juicio de la realidad no se ve alterado, como ocurre en otros trastornos psicóticos.
Se estima que el 1,6% de la población adulta tiene TLP, pero podría llegar casi al 6%. Generalmente las primeras manifestaciones de la enfermedad comienzan entre los 15 y los 25 años y se estima que el 75% de las personas diagnosticadas son mujeres. No debemos pasar por alto las primeras señales de irritabilidad, ofuscación y tendencia al aislamiento.
Las causas del TLP no se conocen del todo, pero investigadores y científicos coinciden en que la enfermedad es el resultado de una combinación de factores genéticos, medioambientales y neurológicos.