Existe luz al final del túnel para los pacientes con trastorno límite de la personalidad. Con una atención médica continuada y una rehabilitación psicológica constante el paciente con TLP podrá recuperarse de todos los síntomas y llevar una vida autónoma y estable. La combinación de medicamentos y psicoterapia alcanza altos niveles de éxito en la recuperación de estos pacientes. También es cierto que, en casos más graves, el trastorno podría cronificarse.
En situaciones de crisis emocionales agudas con frecuencia es necesario el ingreso hospitalario, con el fin de estabilizar emocionalmente al paciente. Mediante la aplicación de fármacos y programas de psicoterapia intensos, los casos más urgentes de TLP podrán recobrar su equilibrio.
Gracias a la psicoterapia constante el paciente conseguirá un mejor control de sus emociones y conductas.
Los programas de psicoterapia abordan, básicamente, cuatro espectros:
La terapia dialéctico conductual, que abordará especialmente los síntomas de impulsividad e inestabilidad. El objetivo de esta terapia es regular el afecto y las emociones del paciente con el fin de poner en marcha conductas funcionales y adaptadas.
La terapia de mentalización, que tiene por objeto desarrollar en los pacientes la capacidad mentalizadora con el fin de mejorar la estabilidad y regulación emocional, así como los déficits que aparecen en esta enfermedad.
La terapia EMDR, desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares. Esta terapia trabaja sobre el sistema de procesamiento del paciente. Algunos pacientes han pasado por dificultades en la vida, como traumas, duelos o abusos psicológicos, físicos o emocionales; el objetivo de esta terapia es procesar y superar los eventos traumáticos y restaurar una adecuada regulación emocional.
La terapia de estimulación cognitiva, enfocada a mejorar el funcionamiento neurocognitivo a través de una serie de técnicas y actividades.
La psicoterapia por sí misma normalmente no es suficiente en la mayoría de los casos de TLP, por ello es necesario completarla con la administración de medicamentos, por lo general antidepresivos, que ayudarán a la mejora de los síntomas.