El TLP por fin ha sido reconocido entre las patologías más importantes de la medicina

El Trastorno Límite de la Personalidad o TLP por fin ha sido reconocido entre las patologías más importantes de la medicina.

El Trastorno Límite de la Personalidad o TLP por fin ha sido reconocido entre las patologías más importantes de la medicina. El Doctor José Luis Carrasco, pionero en la creación de la primera unidad de trastorno límite de la personalidad (TLP) en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha sido distinguido por la prestigiosa Revista Forbes entre los mejores 100 médicos de España en 2018.

El TLP es una enfermedad que se caracteriza por una alteración persistente que provoca problemas en los vínculos afectivos, la estabilidad emocional y el desarrollo de la conducta. Esta dificultad, que afecta a la forma de entender el mundo y a los sentimientos, provoca cambios significativos en el estado de ánimo e impulsividad.

Actualmente, en torno al 2% de la población española sufre este trastorno que, según el doctor Carrasco “suele aparecer en la juventud, entre los 16 y los 30 años, y se podría describir como un desarrollo anómalo de la personalidad, que produce una marcada inestabilidad en las emociones y en la identidad personal.”

El 75% de las personas diagnosticadas con este trastorno son mujeres. Estos pacientes sufren períodos intensos de depresión, ansiedad e irritabilidad, así como sentimientos crónicos de aburrimiento y vacío.

Muchos de ellos tienen tendencias impulsivas peligrosas, tales como compras y gastos excesivos, abuso de sustancias, sexo no seguro o, incluso, conducción temeraria.

El paciente con TLP hará intentos frenéticos por evitar una situación de abandono real o imaginario. Sus relaciones personales suelen ser inestables, tensas y tormentosas, tanto en el ámbito familiar como con la pareja.

Asimismo, son freuentes los problemas de autoimagen distorsionada y negativa.

Sus emociones se alteran a tal grado que llegan a la desesperación, hasta el punto de manifestar un comportamiento destructivo a través de la autolesión o el intento de suicidio en casos más graves.

A pesar de toda esta sintomatología, el juicio de la realidad no se ve alterado, como ocurre en otros trastornos psicóticos.

El TLP, sin embargo, tiene cura. Así lo asegura el doctor Carrasco: “Los rasgos de la personalidad no cambian, pero dejan de constituirse como trastorno cuando la persona puede defenderse en la vida e incluso tener beneficio de ello, de la personalidad que posee.”

Las causas del TLP no se conocen del todo, pero investigadores y científicos coinciden en que la enfermedad es el resultado de una combinación de factores genéticos, medioambientales y neurológicos.

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