Muchas personas tienen miedo a ir al psiquiatra y afirman que preferirían tener un cáncer antes que padecer una enfermedad mental . Y es cierto que las enfermedades mentales, sobre todo la depresión, producen mucho sufrimiento. Pero no es menos cierto que a las personas les da vergüenza tener un trastorno mental. Esto se llama el estigma del trastorno mental y, por ello, las personas intentarán en lo posible no acudir al psiquiatra. Algo que no les ocurre cuando tienen que acudir a otro especialista médico.
¿Cúales son los temores que hacen retrasar la visita al psiquiatra?
1. LOCURA. Pensamos que acudir al psiquiatra es como admitir que estamos
empezando a perder el juicio (volvernos locos). Queremos pensar que siempre
nuestro malestar se debe a una causa externa y ambiental . Como mucho
acudiremos a un psicólogo o a un consejero
2. CRONICIDAD. Pensamos que cuando uno va al psiquiatra ya nunca se podrá
librar de ello. Conocemos a personas que tienen trastornos mentales crónicos y
pensamos que todos los trastornos son iguales.
3. PASTILLAS. Pensamos que el psiquiatra nos va a dar medicación, y que cuando
una persona toma medicación psiquiátrica es para toda la vida.
4. CAPRICHO. Nos sentimos culpables por encontrarnos mal sin que tengamos
motivos claros para estarlo. Acudir al psiquiatra es un capricho
5. DEBILIDAD. Pensamos que acudir al psiquiatra es una muestra de debilidad y de
imperfección mental.